La cosa parece sencilla, basta con sonreÃr para aplicar mejor el blush o la sombra en las mejillas. Una leve sonrisa en los labios será suficiente, y basta después con aplicar el blush sobre la parte sobresaliente de los pómulos con la ayuda de una brocha para estar seguras de que las mejillas quedan realzadas correctamente.
La cuestión es la de realizar una lÃnea en forma de coma, a la hora de aplicar la sombra de forma circular para que los pómulos den la impresión de que son más carnosos.
Estirar bien y con determinación
La clave de una aplicación exitosa está en estirar bien la sombra. Lo esencial es aplicarla en capas ligeras. En efecto, no hay nada más feo que un blush de capa espesa para que el conjunto de todo el maquillaje se convierta en una máscara de carnaval. Lo esencial es por lo tanto poner un poco más de blush sobre la mejilla y difuminar el resto alrededor de la cara, remontando ligeramente hasta las sien.
Aplicar el blush crema son los dedos
Si las dos técnicas precedentes requieren el uso de una brocha, la aplicación del blush en crema solicita el uso de los dedos, pero siempre con ligereza. La ligereza es en efecto la palabra clave para una perfecta aplicación del blush. Para poner remedio a las imperfecciones de la piel y a los pequeños defectos de la cara, se debe mezclar con el dedo un poco de sombra en crema con la crema base habitual.
Diferentes técnicas para diferentes efectos
En función de la técnica de aplicación del blush, se pueden obtener varios efectos, como el efecto bronceado. Para esta técnica, se debe elegir un blush de tono dorado que se aplica con una pequeña brocha biselada sobre los pómulos y las aletas de la nariz. No debemos olvidar aplicar un suave toque en el centro de la frente. Y ya está, el aspecto es el mismo que si hubiéramos estado tomando el sol durante toda la jornada.