Incluso con una protección máxima, nunca estamos completamente a salvo de un golpe de sol, sobretodo cuando nos bañamos en el mar o en la piscina. Los golpes de sol favorecen los enrojecimientos, las sensaciones de quemadura, y los dolores.
Para prevenir mejor los golpes de sol, es imperativo ponerse suficientemente crema solar, insistiendo en las zonas más expuestas, como los hombros, las manos, los pies y la cara.
También debéis llevar todos los complementos necesarios para vuestra protección: gafas de sol, pantalla solar y una buena crema solar con un Ãndice de protección mÃnimo de 30, si queréis evitar cualquier tipo de problema.
Si habéis sufrido un golpe de sol, estos son los primeros reflejos que se deben adoptar. Primeramente, antes de ir a la playa, no olvidéis coger algunos complementos que os serán de gran utilidad. Vuestro botiquÃn de socorro debe contener Biafine.
Este producto hidrata la piel y reduce progresivamente los dolores. Hay que aplicarlo en todas las zonas y asegurarse que el producto penetra bien en la piel. Si no tenéis Biafine, podéis aplicar una crema enriquecida con activos hidratantes, tales como la Homeoplasmine que ofrece propiedades calmantes, pero sobretodo hidratantes y cicatrizantes.
Los métodos naturales para curar los golpes de sol
Las quemaduras provocadas por los golpes de sol pueden perturbar vuestras vacaciones de verano. No hay que asustarse, existen soluciones naturales para calmarlas. En farmacia y parafarmacia, encontraréis gránulos de Belladonna 9CH que tiene por finalidad reducir las sensaciones de quemadura.
Se deben poner 5 gránulos debajo de la lengua cada 30 minutos. Estos aliviarán los dolores y quemaduras, favoreciendo un sueño reparador. Si aparecen nuevas quemaduras, el cuidado puede ser completado con Cantharis 9CH. Si no os es fácil encontrar estos productos, probad con aceites esenciales. En farmacias se puede encontrar fácilmente Tegarome, y es un producto al alcance de cualquier persona.