Como su propio nombre indica, el camuflaje permite esconder las cicatrices de la piel. El arte del camuflaje se basa en la elección del maquillaje más correcto. Este técnica se usa mucho para atenuar las cicatrices con color. En realidad se basa en la complementariedad de los tonos empleados.
De esta forma, las marcas violetas se reducen a través del amarillo, las marcas rojas con el verde, las marcas blancas con el beige oscuro y la marcas marrones con el beige más claro.
Para la aplicación, poned directamente el maquillaje elegido sobre las cicatrices. Aplicad un fondo para unificar el conjunto. Para terminar, extended un velo de polvos por encima. Cuando compréis el maquillaje, debéis solicitar un maquillaje de camuflaje.
En el mercado existe una amplia variedad, y suele estar destinado para lesiones cutáneas o cicatrices de todo tipo. Se terminó el tener que sentiros mal en vuestra propia piel.
Recomendaciones importantes
Sea cual sea su causa, las cicatrices nunca son bonitas de ver. Existen varias formas de camuflarlas, pero conviene saber escoger la correcta. Además del maquillaje, también podéis recurrir a los apósitos especiales. Se aconsejan en caso de cicatrices hipertróficas, inflamatorias, o queloides.
En caso de un resultado poco satisfactorio, la cicatriz persiste, o incluso se agranda. Conviene esperar un año antes de poder determinar el tratamiento correcto. Durante este tiempo, debéis contentaros con un maquillaje ordinario.
Conviene saber que cada cicatriz es diferente. El tratamiento como el camuflaje debe ser estudiado con minuciosidad, y caso por caso. Los resultados obtenidos nunca serán los mismos, ni tampoco los métodos propuestos.
Si algunas cicatrices como las producidas por el acné desaparecen con tratamientos como el láser o el peeling, otras permanecen de por vida. Para sentirse bien con su propia piel, siempre se puede recurrir al maquillaje, y la verdad es que los resultados pueden ser impecables.