El láser es un tratamiento de peso, pero muy eficaz para desprenderse totalmente de las marcas poco estéticas de la piel. Existen varios tipos de láser para tratar las cicatrices, como el láser CO2, el láser fraccionado, y el láser Erbium.
Este último presenta varias ventajas. Las cicatrices se borran a través de la técnica de la abrasión de la capa superficial de la piel. El láser Erbium no trata sólo de eliminar las marcas dejadas por el acné, sino que estimula las fibra de colágeno, con el fin de que la piel pueda regenerarse con mayor facilidad y recuperar su suavidad.
Un tratamiento con el láser Erbium se hace con anestesia local. La intervención dura entre 15 y 30 minutos. Con el fin de obtener una piel más lisa, se deben realizar, al menos, cuatro sesiones con el láser Erbium.
Cada sesión se debe espaciar unas 2 semanas. Pese a los edemas que podrÃan ser algo dolorosos durante los dos primeros dÃas, esta solución es la menos agresiva de todos los tratamientos con láser.
Acné y peeling
El peeling es una de las soluciones eficaces y poco agresivas para tratar las cicatrices del acné. Se trata de un tratamiento con productos que tienen una alta concentración de AHA o ácidos de frutas.
Estos elementos están también presentes en las naranjas, las manzanas verdes, la miel o las almendras. Un producto realmente eficaz debe tener un alto contenido en AHA de más del 35%.
De tres a cinco sesiones son necesarias para un tratamiento de peeling, y siempre en función de la gravedad de las cicatrices. Cada sesión se debe espaciar dos semanas. En algunos casos se pueden sentir ciertos dolores a causa del producto, pero eso es algo absolutamente normal.
Gracias a la aplicación de una crema cicatrizante, la piel vuelve a recuperar rápidamente su tono y brillo natural. A la espera de tener un rostro renovado, siempre se puede usar un buen maquillaje para disimular las marcas del peeling.