Caminar por la arena no suele ser una actividad muy practicada, pero permite mantener eficazmente el tono muscular. La caminata es en efecto un excelente ejercicio para el cuerpo y para la salud; practicada de forma regular tonifica las piernas y los músculos. Sobre la arena, la caminata aporta más beneficios puesto que hace trabajar todas las articulaciones. Las vacaciones en el mar son el momento ideal para liberar los pies de todas las tensiones provocadas por los zapatos que los van deformando.
La caminata sobre la arena permite a cada cual reaprender a caminar a su propio ritmo, con suavidad y contemplando el paisaje. Contrariamente al asfalto, la arena no es un elemento estable, lo que obliga a trabajar con más intensidad los músculos para estar en equilibrio.
Sobre la arena mojada, la caminata es más fácil, puesto que el suelo está blando, pero lo bastante duro para permitir a cada persona caminar sin demasiado esfuerzo. Por el contrario, en la arena seca, los pies se suelen hundir, lo que empuja a realizar un esfuerzo mayor a cada paso. Esta marcha solicita el conjunto del pie con los movimientos «talón, planta de los pies, punta», lo que prácticamente no hacemos nunca.
Cuando se llevan unos baskets o unos tacones, la marcha se concentra en el talón y la punta. Gracias a la arena seca, se recupera mayor flexibilidad; los huesos del pie y del tobillo se ven más solicitados. Quizás resulte más complicado para personas que sufren algún tipo de reumatismo, pero la marcha sobre arena es excelente para las personas con pies planos.
Ejercicios para caminar sobre la arena
Caminar sobre la arena es una actividad lúdica, accesible a todos y no requiere ni muchos esfuerzos, ni mucho equipamiento. Se aconseja caminar sobre la arena de forma regular durante 30 minutos, y mejor por la tarde para evitar el calor.
Como toda actividad deportiva, no conviene olvidarse de beber agua, de protegerse del sol, y de aplicarse una crema solar. Sobre la arena mojada, hay que comenzar con suavidad para que el cuerpo se adapte a la arena. Estando más dura al contacto del agua, la arena mojada permite comenzar con mas suavidad el ejercicio. Esta marcha es ideal para principiantes.
En la arena seca, conviene encontrar el equilibrio, lo que hace que se trabajen los músculos de las piernas. El ritmo debe ser constante, lo que permite resentir inmediatamente los efectos del ejercicio. Se queman calorÃas con más rapidez que sobre la arena mojada. Para quienes desean perder peso, y que tienen costumbre de hacer deporte, esta marcha es ideal.