Aún cuando nuestro lugar de trabajo sea confortable, con buena luz natural y una decoración bonita la calidad de vida también debe apuntar a la ergonomía en la oficina, un lugar donde pasamos sentados más tiempo de lo recomendable y adoptamos posturas poco adecuadas.
Todo lo dicho trae como consecuencia dolores en la espalda, músculos, mala circulación sanguínea y otras dolencias que se manifiestas a lo largo del tiempo y que muchas veces se transforman en crónicas.
La ergonomía en la oficina
La ergonomía aplicada en los trabajos de oficina tiene como objetivo corregir y diseñar un ambiente de trabajo que disminuya los riesgos asociados al tipo de actividad.
Esto es así porque en la oficina tenemos una movilidad reducida, posturas inadecuadas y muchas veces una eliminación poco eficiente. Estas y otras cosas
generan consecuencias negativas sobre la salud y el bienestar y muchas veces se traducen en problemas esqueléticos, circulatorios y hasta molestias visuales.
Por ello, las empresas que se dedican a fabricar muebles y equipamientos de oficina hoy se enfocan cada vez más en brindar diseños y aplicaciones ergonómicas de vanguardia.
Por lo general el término “ergonomía” es asociado a trabajar sobre una silla reclinable, contar con un apoya muñecas y una buena fuente de luz natural. Pero es mucho más que eso porque se trata de un concepto que engloba otros factores como son los ambientales, físico, mentales y hasta de organización de las tareas.
Lo que busca la ergonomía es crear un espacio de bienestar para los trabajadores que podrán así tener un buena interacción entre las personas y el entorno natural, generando así que los trabajadores den su máximo potencial de trabajo.
Una oficina ergonómica
Una oficina ergonómica es aquélla que cumple con todas las consideraciones de confort en el puesto de trabajo y para conseguir esto se deben considerar variables ambientales como temperatura, ruido y calidad del aire, además de factores de organización y clima laboral.
Después de todo un trabajador requiere de un espacio de trabajo suficiente para realizar su tarea, con una temperatura ambiental de entre 20 y 24°C en invierno y entre 23 y 26°C en verano, y muebles que ayuden a evitar las malas posturas.
Según el National Institute for Occupational Safety and Health (NIOSH) de Estados Unidos, el 75% de las personas que trabaja en oficinas con el paso del tiempo manifiestan tener dolencias musculo-esqueléticas localizadas en la zona de la espalda y las extremidades superiores principalmente, además de molestias visuales.
Así, la ergonomía busca la protección del trabajador y un espacio laboral seguro, que permite una mayor productividad y calidad, disminuyendo los accidentes y enfermedades profesionales.
La implementación ergonómica es una inversión, pero para generar puestos de trabajo bajo estándares ergonómicos tendrá como consecuencia trabajadores sanos, motivados y más productivos.
Afortunadamente hoy existe más conciencia de los beneficios de ambientes laborales ergonómicos, existiendo también iniciativas gubernamentales dirigidas a generar conciencia sobre la importancia de gestionar los riesgos ergonómicos a nivel de empresas y trabajadores.
Una oficina ergonómica debe tener:
- Diseño antropometrico.
- Iluminación adecuada a la tarea que se realiza.
- Silla regulable en altura, con apoya brazos ajustables, respaldo regulable en altura y un buen soporte lumbar.
- Escritorio con una superficie de 1.2 a 1.8 m2 y una profundidad entre 70 y 80 cm.
- Accesorios como apoya pies regulables, apoya muñecas y atril de soporte para documentos, entre otros.
La ergonomía en la oficina es un factor sumamente importante y que muchas empresas aún tienen pendiente, pero con el tiempo todas irán adoptando estos estándares para que el trabajador no sufra algunos problemas de salud.