Las estadísticas relacionadas al número de personas en el mundo que sufren de obesidad puede resultar alarmante, sobre todo si las comparamos con los últimos informes de la Organización Mundial de la Salud que revelan que quienes sufren de sobrepeso en la actualidad supera al de aquellos que pasan hambre.
Durante los últimos treinta años, con algunas variantes, se ha establecido como regla general que para bajar de peso es suficiente comer menos y realizar actividad física moderada. Así, la calorías consumidas fueron durante mucho tiempo el parámetro utilizado para el diseño de miles de dietas que prometían adelgazar de forma saludable.
Sin embargo, un estudio sobre la neuronutrición publicado en Entretiens de Bichat pone luz sobre algunos de los hábitos y mitos que dominaros durante las últimas tres décadas del siglo XX el tema de la obesidad, sus causas, consecuencias y las diferentes formas de combatir un problema que ya en esa época preocupaba a la medicina, sobre todo en los noventa cuando el público descubrió la relación tan estrecha que ligaba la sobre-alimentación con la obesidad y las enfermedades degenerativas.
A pesar de estas alertas, de los consejos, principios nutricionales y reglas básicas de higiene alimentaria, que fueron puestas en marcha y que parecían controlar el problema de la obesidad y haber encontrado el camino para lucir una figura esbelta gozando de buena salud, los resultados no fueron los esperados, teniendo como un factor determinante de este “fracaso” sociedades que consumen alimentos en exceso y factores externos que colaboraron a llevar una vida cada vez más confortable pero también más sedentaria.
Así, en este informe se llego a una conclusión importante que determina que en la alimentación del ser humano debe ser rediseñada adecuándose a un modelo más actual del mundo del siglo XXI, dejando atrás el viejo concepto que solo se sube de peso por comer alimentos que aportan más calorías de las que pueden quemarse en cada jornada, transformando así un postulado absoluto en un principio relativo con base en décadas de fracasos reiterado en la lucha contra la obesidad.
Para adelgazar y evitar volver a ganar peso una y otra vez es necesario un programa de adelgazamiento multidisciplinario basado en los principios de la Crononutrición y Neuronutrición que se pronuncian sobre el hecho de dejar atrás las frustraciones de la dietas que no producen los resultados deseados.
La búsqueda constante de métodos eficaces que ayuden a combatir el sobrepeso de forma saludable ha llevado a la investigación y creación de complementos como el TurboSlim Doble Acción de Laboratorios Forté Pharma que tras años de investigación ha creado este nuevo producto que ayuda a combatir el sobrepeso de forma saludable, uno de los grandes retos de la sociedad actual, dentro de la denominada “ecología nutricional”, que impulsa un mayor respeto hacia nuestro cuerpo a través de una mayor calidad en los alimentos que ingerimos, controlando el apetito y quemando las grasas.
Tomando como base los principios de la Neuronutrición este nuevo complemento incorpora en su fórmula la sustancia llamada Beriketon, a base de cetonas de frambuesas que reduce el apetito y los deseos de picar entre comidas, aumentando los niveles de serotonina (hormona encargada de regular la saciedad), además de otras sustancias como el Wakamé, alga rica en fibra que modera el apetito, Cromo para ayudar a mantener constante el nivel de glucemia, Zinc que interviene en la metabolización de los ácidos grasos y glúcidos y Té Verde para la combustión de grasas y reducción de su almacenamiento.
Según este estudio es indispensable redescubrir la importancia de los alimentos que se consumen diariamente como el momento del día en que cada uno de ellos se ingiere y las condiciones de preparación de los mismos, logrando así llegar a una reeducación alimenticia que permitirá adelgazar con salud y un control de peso duradero.