Las redes sociales son solo un medio, y el problema surge cuando se convierten en un fin en sà mismo. Es decir, cuando los usuarios terminan encerrados en los márgenes de ese escenario virtual.
Las redes sociales tienen un gran potencial de felicidad al ser una forma de expresión y comunicación, un canal de interacción complementario. Sin embargo, Instagram también puede producir un efecto negativo sobre el estado de ánimo. ¿Cuáles son estas consecuencias negativas? En Efe Blog te lo contamos.
1. Obsesión con la felicidad
Cada perfil de Instagram es diferente, por esta razón, conviene no caer en la generación absoluta. Sin embargo, las imágenes de Instagram reflejan, muy habitualmente, instantáneas cotidianas en las que las personas posan con una sonrisa infinita. Vivimos en una sociedad marcada por la expresividad del lenguaje visual.
Sin embargo, esta búsqueda de perfección constante en las redes sociales puede producir, en quien observa esas instantáneas, el efecto contrario al deseado. Es decir, Instagram propicia una tendencia hacia la comparación interpersonal.
2. Belleza estética
Asà como las fotografÃas compartidas en esta red social producen una proyección de alegrÃa cotidiana, las protagonistas de estas imágenes también muestran una belleza constante puesto que muchas de estas fotos no son improvisadas sino cuidadas hasta el más mÃnimo detalle de look, maquillaje y escenario.
Y dada la tendencia a la comparación, otras chicas pueden sentir cómo su autoestima se debilita al mirarse ante el espejo con una mirada diferente a partir de esa referencia de perfección inalcanzable.
3. El éxito medido en seguidores
Instagram ha dado lugar a una nueva forma de popularidad en la que el número de seguidores es la meta de muchas personas. Un término cuantitativo que también puede dar lugar a la comparación de aquellos profesionales que trabajan en este sector o de aquellos seguidores que anhelan tener este nivel de popularidad.
4. Imágenes efÃmeras
Las redes sociales dan lugar a una realidad en la que una fotografÃa de ayer, ya es pasada. La actualidad del instante se mide en lo inmediato. Y esto puede producir estrés. Un estrés al que se añade también, el peso de la exposición pública que puede dar lugar no solo a elogios, sino también, a crÃticas negativas.
5. Exceso de ego
La esencia de algunos perfiles de Instagram muestra el escaparate visual de una persona que se proyecta a sà misma en distintas situaciones de la rutina cotidiana. Todo ello, puede aumentar la vanidad del protagonista.
6. Adicción a las redes sociales
Existen distintos tipos de adicciones. Y la dependencia que algunos jóvenes tienen de las redes sociales puede condicionar de un modo negativo su calidad de vida emocional. Asà ocurre cuando, por ejemplo, una persona siente que un momento privado es más feliz solo porque hace partÃcipes a sus seguidores de ese instante con una imagen.
Instagram es un canal de comunicación muy importante y muy positivo. Sin embargo, puede producir un efecto negativo en el ánimo cuando las personas confunden el medio con el fin. ¿Cuál es tu opinión sobre este tema?
Foto – Pixabay