Cuándo el frío apremia y no hay ganas de salir de casa, una buena manera de pasar el tiempo en compañía de nuestros familiares, es la de jugar a juegos de mesa. Estos juegos son una alternativa divertida y diferente, alejada a los videojuegos con los que los niños se entretienen en la actualidad, y permite la interacción de todos los miembros del núcleo familiar sin problemas:
Trivial: es un clásico donde los haya. De hecho, todo el mundo tiene un trivial en su casa. Con él podremos aprender un centenar de cosas que no aprenderíamos de otra manera. Se aconseja adecuar la edad de los jugadores al juego, ya que por mucho que queráis, un niño de 12 años no sabrá lo mismo que uno que roza los 40.
Monopoly : el típico y tópico juego donde se compran y se venden terrenos. Lo mejor del juego es la pelea para ser la banca y la sensación de enriquecerse aunque no sea real.
Cifras y letras: Si en vuestro grupo hay el mismo número de gente a la que se le den bien los números o las palabras, este es vuestro juego.
El UNO: nunca un juego de cartas había sido tan divertido. Con las cartas “trampas” del UNO, las risas están aseguradas, eso sí, si tenéis la versión con la “máquina lanzadora de cartas” cuidado, porqué aunque os quede una, otras ocho pueden acabar en vuestras manos.
El Cluedo: si te gustan las aventuras policiacas, este será tu juego, adivina quién ha matado a la víctima y con qué, ¿será el mayordomo con una destral? ¡Descúbrelo!
Tabú: En grupos, coge la ficha y descubre mediante su descripción de qué se trata, tienes un tiempo predeterminado para conseguirlo, ¿conseguirás adivinarlo? Y la pregunta es: ¿aceptamos pulpo como animal de compañía?