Hoy vamos a presentar 5 reglas de oro para conseguir perder peso sin sacrificio alguno.
La importancia de los cereales y del pan integral
¿Se puede comer pan cuando se realiza un régimen? Por supuesto que sÃ, pero es preferible que sea integral, y con semillas. Se debe evitar el pan de molde, que contiene demasiadas harinas refinadas y muchas grasas. Lo ideal es el pan con fibras, el pan de avena o de centeno.
Este tipo de pan cuida el tracto intestinal, se digiere mejor, aporta vitaminas y minerales y es sano para que el cuerpo se mantenga en plena salud. Además, no hay nada mejor que comenzar el dÃa con una tostada de pan con aceite de oliva.
El aceite de oliva como grasa principal en la dieta
Acabamos de hablar del aceite de oliva. Está en la base de la dieta mediterránea. Un tesoro natural rico en vitamina E y en ácidos grasos monoinsaturados, perfecto para cuidar el corazón, para reducir el colesterol y proteger el organismo de cualquier tipo de infarto. Un ingrediente clave para todos los platos, y un tesoro gastronómico tradicional desde hace siglos.
Los frutos ricos en antioxidantes
Zumo de naranja, zumo de limón, manzana, pomelo, granada, melón, uva, sandÃa son elementos buenos para comenzar el desayuno, y para condimentar las ensaladas. El lÃmite gastronómico se encuentra en la propia imaginación del sujeto.
Son alimentos sanos que aportan defensas inmunitarias, purifican y ayudan a perder peso, cuando se incluyen a diario en la alimentación. No olvidéis que la dieta mediterránea nos indica cuáles son las 5 frutas que debemos comer todos los dÃas.
La importancia de las verduras frescas
Champiñones, tomates, pimientos, berenjenas, cebolla, espinacas, calabacines, son sabrosos y perfectos para cocinar platos sencillos a base de aceite de oliva. En la dieta mediterránea se preparan las ensaladas con aceitunas y frutos secos. Las verduras son mejores cuando se consumen crudas. Los pimientos, las espinacas, los tomates, las cebollas se consumen crudas y aportan más enzimas digestivas que protegen el estómago y los intestinos.
Se puede jugar con los colores y los sabores y no dudar a la hora de preparar una ensalada para el desayuno. Para la cena, es menos aconsejable porque se digieren peor algunos de estos componentes, como la lechuga o las espinacas.
Los frutos secos
Las nueces, las almendras, los pistachos son sanos y aportan magnesio, calcio y fósforo. Se trata de buenos complementos para el desayuno y las ensaladas. En realidad hablamos de elementos básicos de la dieta mediterránea.
Los frutos secos son ideales para un régimen equilibrado y sano, ya que sus muchos nutrientes son necesarios para un correcto funcionamiento del organismo, y un aporte suficiente en elementos esenciales para la salud fÃsica y mental.