La inteligencia emocional, tan importante en el ámbito personal y profesional, es determinante porque los sentimientos y las emociones están muy presentes también en el ámbito laboral. En Efe Blog enumeramos diez ejemplos.
1. Ilusión
Ante un nuevo proyecto, ante la expectativa de una nueva entrevista de trabajo, ante un nuevo curso de formación o un viaje de negocios. La ilusión surge ante ese factor de novedad que acompaña a la trayectoria profesional. Y que, en su forma más cotidiana, se muestra en la emoción con la que el trabajador observa la cercanÃa del fin de semana como un momento de desconexión del trabajo.
2. Aburrimiento
Incluso aquellos profesionales que realizan un trabajo vocacional y tienen un puesto de empleo con el que disfrutan de verdad, tienen que ocuparse de tareas con las que no disfrutan tanto. Es decir, el aburrimiento también forma parte de la vida profesional.
3. Admiración
Al trabajar en equipo y formar parte de un entorno en el que colaboras en la consecución de un objetivo común tienes la oportunidad de aprender de otras personas. Aquellas personas a las que admiras se convierten en un ejemplo a seguir.
4. AlegrÃa
Un sentimiento que incrementa tu propio salario emocional en la oficina. Es el premio que experimentas en forma de satisfacción personal por la consecución de un logro determinado o, también, por la motivación que te produce una nueva tarea.
5. EmpatÃa
La comunicación es uno de los ingredientes más importantes del trabajo en equipo. Es importante que este ingrediente esté presente en muchos momentos distintos como medio de entendimiento. Por ejemplo, en una reunión de trabajo.
6. Frustración
Aquellas situaciones que rompen con tus propias expectativas pueden generarte este estado de ánimo. Por ejemplo, una persona puede experimentar frustración si se siente estancada en un punto determinado o sufre el sÃndrome del quemado.
7. Gratitud
El trabajo es uno de los ingredientes más importantes de la felicidad. Gracias a la perspectiva de un empleo estable, una persona puede hacer planes a corto plazo con la tranquilidad de tener una seguridad financiera durante ese periodo. Por esta razón, la gratitud nace en el ánimo del trabajador cuando siente que ese empleo mejora su calidad de vida.
8. Esperanza
La esperanza está presente en muchos momentos de la vida profesional. Por ejemplo, cuando una persona prepara una oposición observa el futuro desde una perspectiva de esperanza, de lo contrario, nace la desmotivación de manera inevitable.
9. Concentración
Esta actitud de atención consciente hacia el objetivo inmediato que te ocupa en cada momento es uno de los retos más importantes en relación con la gestión del tiempo en la oficina.
10. Optimismo
Este ingrediente es tan determinante que, incluso, mejora los resultados profesionales. Mientras que los pensamientos positivos generan autoestima, autoconfianza y seguridad, por el contrario, el pensamiento negativo cuando es recurrente produce estrés y cansancio psicológico.
Pero además, desde el punto de vista de la inteligencia emocional, conviene puntualizar que todos los sentimientos son positivos. También, aquellos que resultan menos agradables como la frustración o el aburrimiento.
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