La relación que estableces contigo misma es la más importante de tu vida. Esta es una de las razones por las que mereces cuidarte. ¿Cómo sentirte bien contigo misma?
1. Cuida tu salud
A veces, nos centramos en objetivos que queremos conseguir y olvidamos que en la base de cualquier proyecto personal significativo se encuentra la salud como un estado necesario para materializar esos retos.
Adopta una disposición proactiva para cuidarte a través del recuerdo de esos hábitos que conoces de memoria pero que, a veces, olvidas. Una alimentación sana, ejercicio fÃsico y descanso son tres buenos ingredientes.
2. Haz planes que te gusten
En tu vida, existen obligaciones ante las que te posicionas desde el ámbito del deber. Sin embargo, no renuncies al plano del apetecer propio del ocio. Organiza actividades que te gustan, dedica más espacio a tus aficiones y fomenta esta reivindicación como un derecho propio.
3. Rodéate de personas que te hacen sentir bien
Es decir, cultiva los lazos con aquellas personas que refuerzan tu propia autoestima gracias a su presencia en tu vida. Amigos, compañeros de trabajo, compañeros de algún curso, familia…
En definitiva, personas que gracias a su propia luz se convierten en un espejo en el que mirarte.
4. Decora tu salón con flores
Un detalle tan sencillo como decorar esta estancia de la casa con un ramo de tus flores preferidas, te aporta una agradable sensación de primavera en tu hogar. Las flores son una clara expresión de belleza, producen emociones estéticas. Por tanto, aportan luz a tu propia vida.
5. Acepta las emociones desagradables
Cuando en tu concepto de una vida feliz solo dejas espacio para la alegrÃa o la ilusión estás dando la espalda a otras percepciones inevitables como el dolor, la decepción o la tristeza. Existe una diferencia importante entre recrearte en la tristeza y vivirla de forma natural.
6. Cine y literatura
Cualquiera de estas dos opciones es perfecta para llevar tu ánimo a una dimensión de creatividad que te evade de tu propia rutina. Ir al cine a la primera sesión en invierno puede ser una experiencia de bienestar que te relaja y que te inspira a través de personajes bien definidos y con una personalidad única. Igualmente, la lectura es estimulante porque te forma como persona.
7. Dialoga contigo misma
Intenta tener una comunicación amable, las palabras bellas, aquellas que expresan bondad, son una semilla de tu modo de ser. Tan importante como el diálogo que estableces con los demás, es el feedback que estableces contigo misma.
8. Dar un paseo
Pocas fórmulas son tan efectivas y terapéuticas como la agradable percepción de bienestar que produce el hecho de caminar por un entorno cuidado. Este paseo es totalmente relajante cuando sientes que encuentras un espacio para dedicarte a ti misma. Puedes establecer un diálogo emocional con la propia naturaleza.
9. No acumules resentimiento
Libera ese peso. Es importante que sueltes el lastre de ese sentimiento que limita tu propio potencial de felicidad por centrarte en un pasado que ya no existe.
10. Diario de gratitud
Pocos sentimientos son tan vitales como aquellos que te refuerzan en el valor de dar las gracias. ¿Qué mejor que escribir un diario centrado en expresar esta gratitud?
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